El Aprendizaje y el desarrollo de Competencias

Durante años nuestra labor como docentes, hemos estado trabajando un modelo educativo tradicional, y nuestro mayor problema es cambiar todo un trayecto docente de programas y contenidos de estudio de nuestras asignaturas con técnicas de memorización y adquisición de conocimientos obsoletos, y de repente nos enfrentamos a un gran reto que es la RIEMS, ofreciéndonos un gran cambio dentro de la educación.

Exigencia educativa para el desarrollo de competencias.
Una problemática más en este nuevo cambio de la educación, la mayoría de mis compañeros este nuevo modelo lo ven como una obligación por parte de nuestras autoridades, exigiendo la preparación pedagógica para poder desarrollar estas competencias, sin encontrar el verdadero valor, de ofrecerles a los alumnos la oportunidad de desarrollar habilidades, a partir de un aprendizaje significativo situado en la realidad.

La diferencia fundamental de ser competente y ser competidor.
Ser competente se refiere al conjunto de capacidades, por lo tanto la formación por competencias debe ir más allá de transmitir saberes y destrezas manuales, debe buscar incrementar la capacidad de las personas expresadas mediante conocimientos, habilidades, actitudes que se requieren para la solución de una tarea en un entorno real o en otro contexto.
Ser competidor se refiere a un rol concreto dentro de las relaciones sociales de ganar-perder, esta diferencia es básica ya que de ella depende la visión que tenga de las competencias, reflexionando sobre la importancia de no tener la mentalidad de formar técnicos que puedan ayudar a las empresas a tener competitividad en el mercado, ya que es una situación muy alejada de la propuesta de ser competente.

El conocimiento y la comprensión es una problemática más del sujeto, del movimiento de viejos conocimientos y la comprensión de generar nuevos conocimientos, es ahí donde nuestra labor docente le facilitara a cada estudiante la detección de sus preconceptos, para diseñar a partir de estos la situación de desequilibrio que les permita la construcción de nuevos conocimientos. Conforme seamos capaces de facilitarle a cada alumno a detectar su zona de desarrollo próximo y actuar en consecuencia, nuestra labor estará también más próxima a la profesionalización. Motivando al alumno a interesarse por su formación académica desarrollando esta competencias. Este es un objetivo primordial, cuando el alumno se dé cuenta cómo ha desarrollado sus competencias, percibiendo que es una persona diferente y situándolo en una nueva posición, con la preparación adecuada ante una sociedad globalizada.

La formación profesional de los docentes es una responsabilidad de cada uno, de nosotros ya que estamos inmersos en este cambio de la educación, y nos debemos a nuestros estudiantes, más que a una sociedad, a ellos, a nuestros alumnos, es nuestro compromiso.

El problematizar las situaciones dentro del aprendizaje, nos permitió reflexionar sobre la importancia de nuestra preparación profesional.